Desde que Federico nació nos ha acompañado los fines de semana la nana Mercedes, ella es una persona muy juguetona y ¨Campuna¨ (campurusa en venezolano). Al principio yo le tenía idea por sus ideas y costumbres tan rudimentarias, pero con el tiempo entendí que era sabiduría y experiencia, mal expresado.
Total, la nana renunció en el peor momento, Federico ya estaba muy apegado a ella y Emilio había salido de viaje y me quedé sola con el nuevo Clementine y los dos perros.
Para la siguiente semana comenzó a trabajar con nosotros una nueva Nana, muy seria, poco juguetona, pero MUY RECOMENDADA.
Yo con reservas de que él la aceptara, para mí sorpresa al segundo día ya la buscaba por todos lados y le decía Nana, muy claramente.
Para mí mayor sorpresa, en el 4 to fin de semana, Federico ya listo para dormir, luz apagada, empijamado, con su tete en una mano y dou dou en la otra; Se saca el tete de la boca y le dice:
Nana, muak,
Esa fue su manera de decirle buenas noches......, ME LO TRAGO!